TEORÍA QUEER

(maricas, bolleras, trans, mestizas...)


El término queer, desde el punto de vista morfológico, data en lengua inglesa desde finales del siglo XVI, pero la teoría a que hace referencia "teoría queer" se gesta a finales del siglo XX. La académica Teresa de Lauretis lo empleó por primera vez en 1991 en la revista differences, en la conferencia titulada "Queer Theory: Lesbian and Gay Sexualities: An Introduction".

En Estados Unidos y a raíz de la "crisis del sida", enfurecidos por la nula política social del estado hacia esta enfermedad, surge el ACT UP (Aids Coalition to Unleash Power) -compuesto por personas seropositivas, transexuales, gays, lesbianas, drogodependientes, trabajadores/as sexuales, hombres y mujeres negros/as y chicanos/as, y otros colectivos minoritarios- y el grupo Queer Nation (1990), que durante una manifestación del Orgullo Gay de Nueva York reparten entre los manifestantes un panfleto impreso a dos caras con un manifiesto titulado "¡Odio a los heteros!" ("I hate straights!") y "¡Maricas, bollos, trans, leed esto!" ("Queers, read this!"). En pocos días sus manifiestos radicales y agresivos se difunden en San Francisco y otras grandes ciudades de EEUU.

En un extracto de este manifiesto podemos leer:

Odio tener que convencer a los heteros de que los gays y las lesbianas vivimos en una zona de guerra, que estamos rodeados de bombardeos que sólo nosotros parecemos oír, que nuestros cuerpos y almas se amontonan asesinados por el miedo o apaleados o violados, muertos por el dolor o la enfermedad, vaciados de nuestra propia personalidad. (...) Nos han enseñado que los buenos maricas y bollos no se enfadan. Nos han enseñado tan bien que no sólo les ocultamos nuestra ira, sino que nos la ocultamos unos a otros. Incluso a nosotros mismos. La ocultamos con adicciones a drogas, y suicidios, y trabajando más que nadie en la esperanza de demostrarles nuestro valor. (...) Cabréate. Cabréate porque el precio de la visibilidad es una constante amenaza de violencia, violencia homófoba a la que contribuyen prácticamente todos los estamentos de esta sociedad, (...) Mándales a la mierda hasta que hayan pasado un mes paseando de la mano en público con alguien de su mismo sexo. Cuando hayan pasado por eso, podrás escuchar lo que tengan que decir sobre la rabia trans, marica y bollera. Mientras tanto, diles que se callen y que escuchen.

 

La crisis del sida puso de manifiesto que la construcción social de los cuerpos, su represión, el ejercicio del poder, la homofobia, la exclusión social, el colonialismo, la lucha de clases, el racismo, el sistema de sexo y género, el heterocentrismo, etc., son fenómenos que se comunican entre sí, que se producen por medio de un conjunto de tecnologías complejas, y que la reacción o la resistencia a esos poderes exige asimismo estrategias articuladas que tengan en cuenta numerosos criterios: raza, clase social, género, inmigración, enfermedad... criterios fundamentales de lucha que ponen sobre la mesa las multitudes queer.

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